Demi Lovato
Don't Forget
Universal / Hollywood Records
2008
Pop-Rock
Desde la década pasada, Disney nos ha traído el mismo prototipo de cantante. La promesa pop virginal con letras tipificadas para adolescentes que tratan de amores jóvenes, acompañadas de melodías cálidas y poco arriesgadas a nivel musical o lírico.
La dinámica es sencilla. Hay que ser una triple amenaza; saber actuar, cantar y bailar. y sobre todo, poseer un rostro angelical para convencer a los padres de los pequeños televidentes de Disney que compren el producto. Los ejemplos son relucientes e impecables, Miley Cyrus (mas popularmente conocida como Hannah Montana), Vanessa Hudgens (reconocida protagonista de la trilogía de películas del mencionado canal, High School Musical) y hasta los ahora comercializados y perfectamente distribuidos Jonas Brothers.
Todos estos cumplen los parámetros establecidos por Disney. Son afiliados a la casa disquera Hollywood Records, tocan pop aunque intenten parecer rock, han tenido participación en películas o seriados del canal y prometen guardar su virginidad hasta el matrimonio. Pocos jóvenes Disney se atreven a interrumpir estas normas, como la ahora rubia sensación y seducción pop Ashley Tisdale (la malvada Sharpay del fenómeno High School Musical), quien firmó contrato con Warner y lanzó Headstrong, dando una imagen sensual desaprobada por Disney que editó considerablemente la letra de su primer sencillo He Said She Said y en cuyo video se mostraba provocativa ante los ojos de niños y padres escandalizados.
Y Demi Lovato es otra que sigue la línea impuesta por Disney, pero tiene algo que la hace diferente. Lovato, como es común en Disney, protagonizó una película con los Jonas Brothers (el éxito de 2008, Camp Rock), una vez probada la miel del estrellato debutó en la escena musical con su esfuerzo solista Don’t Forget y en las pantallas de Disney pronto se verá su seriado protagónico Sonny With A Chance.
Todos coinciden en que Lovato es otra estrella prefabricada con la imagen puritana sobreimpuesta que intenta abrirse paso en la industria dominada por el llamativo pop de Britney Spears, las mordaces letras de Katy Perry y el sonido electro-ochentero de la estrella en ascenso Lady Gaga., pero su debut, al contrario de ser un típico sonido atrayente y hasta posiblemente “radio-amigable” es una combinación audaz entre el pop que Disney quería lanzar y las intenciones de dark-rock que la estrella juvenil pretende ser.
Anotando su primer éxito en las radios con This Is Me, banda sonora de la película que protagonizó con los Jonas, Demi Lovato lanzó para agosto su sencillo premier, Get Back, que apenas logró tocar el puesto 43 en la Billboard recibiendo críticas mezcladas y heterogéneas. El álbum se esperaba para septiembre 23 de 2008 en los Estados Unidos y sorpresivamente el álbum movió cerca de 90,000 copias en su primera semana.
Don’t Forget se ubicó en la segunda posición de ventas en los Estados Unidos, sobrepasando el cuarto lugar de las Pussycat Dolls con su segundo LP, Doll Domination. Lo paranoico es que Lovato no contó con un hit en el top 10 que promoviera su álbum, como las Pussycat, que sonaban fuertemente con su sencillo líder When I Grow Up y aún así se mantuvo sólida a la hora de vender.
No era de sorprenderse pensándolo bien, era un producto Disney al fin y al cabo, pero más allá de eso, el debut de Demi es un álbum que vale la pena escuchar. Desde la apertura de la producción con el tema liberante de La La Land, que defiende ser uno mismo hasta cuando el álbum se torna realmente interesante, en la sexta pista que da título al trabajo en una combinación de ira y desamor.
Es normal que el sonido de la cantante sea una mezcla sintética de rock-pop, teniendo en cuenta la amplia participación de los Jonas Brothers en la producción del trabajo y de la reconocida productora y compositora Kara DioGuardi (quien ha trabajado con la American Idol Kelly Clarkson, Lindsay Lohan y Ashlee Simpson) pero es un producto relativamente innovador si se trata de Disney, ya que no es un pop repetitivo como es común escuchar, esto es fácilmente deducible al escuchar las bombásticas explosiones de energía que hace en Gonna Get Caught y The Middle. La voz de Lovato es digna de ser apreciada sin desgastarse en canciones trilladas.
Pero en medio de todo el boom que puede causar la batería y la guitarra eléctrica con indicios de rock noventero y los agudos plausibles de la joven artista, se halla la mejor pieza del álbum, la balada rock Two Worlds Collide, una obra de arte que dignifica el inicio de la carrera de la norteamericana y trae consigo un aire nostálgico pero a la vez de la esperanza de continuar con un amor que ha cambiado la vida.
Tras haber pasado por temas no tan buenos como Party o el dúo con los ya mencionado hermanos, On The Line, el álbum concluye con una balada acerca de creer en si mismo (Believe In Me), que refleja las inseguridades de cualquier adolescente y de paso, reafirmar la imagen de dulzura e ingenuidad que debe ser promovida por los artistas Disney-Hollywood Records.
También es de reconocer que Lovato es una compositora con altura. Más de la mitad del álbum fue co-escrito por la artista y el tercer track del álbum, Trainwreck, es en su totalidad de su autoría. Se especula que dicha canción sería su tercer sencillo, después de que La La Land falló en listas. Es una canción acerca de amar la locura de alguien y tiene aires roqueros melancolicos que tranportan al oyente a los finales de los 70.
En conclusión, Don’t Forget es un debut fuerte, muy diferente a lo que cualquier audiencia de Disney esperaba encontrar y puede ser la catapulta de Lovato si decide continuar haciendo lo que hizo en éste álbum y no caer en la misma línea de sus compañeras de canal previamente mencionadas. Es un álbum con melodías y colores que pueden alzar las cejas de bastantes y claramente, es mucho mejor que cualquier banda sonora o afín lanzado por Hannah Montana.
Credito:Eltiempo
Via: DemiMusicLovato
A mi si me gusta On the line, porque mas alla de los arreglos musicales la letra es lo mas ♥
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